Para muchos, es una práctica impensable. Sin embargo, quienes pertenecen a ese mundo inquietante del intercambio de parejas opinan que se trata de un potenciador del deseo sexual. Una pareja de Ohio revoluciona su vecindario y los medios confesando que son swingers. Ellos tienen sus reglas y en general, todos las tienen. ¿Cómo es el intercambio de parejas? ¿Qué se puede hacer y qué no? Descubre de qué se trata.
El nombre viene del verbo swing, que en inglés significa oscilar, es decir, ir y venir o cambiar de pareja. Una pareja de Ohio se presenta en televisión nacional y cuenta que son swingers. Tony, como dice llamarse, dueño de su confiesa que le encanta ver a su mujer teniendo sexo con otro hombre. Se calcula que unas 15 millones de personas lo practican, según el informe difundido en ABC.
"Es como una extensión de mí mismo, poder mirarla a ella gozar desde diferentes ángulos, me gusta aunque me siento raro diciendo todo esto", dijo en una entrevista televisiva. "creo que toda relación necesita una cuota saludable de celos, sobre todo una relación swinger", agregó.
Ser swinger por definición es intercambiar la pareja con otra pareja y es una práctica utilizada por algunas parejas que no se conforman con el mandato social de la monogamia e intentan condimentar la relación, según dicen, para no caer en el engaño y la infidelidad.
Para la experta Paola Kullock, asesora en juegos eróticos, "Lo ideal es dejar que la fantasía madure un tiempo antes de llevarla a la práctica, sobre todo si tu idea es hacerlo con tu pareja real. Un error que veo en las mujeres es decirle... Lo hago por vos, mi amor ." Para intercambiar pareja y que la experiencia sea exitosa ambos tienen que estar de acuerdo quererlo, disfrutarlo y excitarse con eso, no debe ser un favor o algo que se hace por el otro, agrega.
Los verdaderos swingers son los que practican el intercambio en forma consensuada y con reglas claras, dicen los sexólogos. Esta pareja de Ohio parece hacerlo así pero admiten que son muy exigentes a la hora de elegir compañeros para sus aventuras y que tienen sus reglas. "Si no te hemos conocido anteriormente en tu estilo de vida y nos hemos hecho amigos antes, no cruzaríamos esa línea. "Para nosotros la amistad es mucho más importante que cualquier fantasía sexual que podamos tener".
Su esposa, Diana, explica en cámara que tienen grupos de chat y que también se mandan mensajes individuales con otras personas. "A mí no me molesta que Tony se mensajee con otra chica..supongo que puedo mirar su teléfono cada vez que quiera".
Fue él quien introdujo la idea de probar ser swingers y ella accedió y según sus palabras, una vez que lo probó supo que seguiría haciéndolo por siempre.
El sexo swinger es un remolino de fantasías muy comunes en las personas, opinan los expertos. “Es una mezcla elementos del voyeurismo, del menàge a trois y de la orgía”, explica el psiquiatra argentino Adrián Sapetti, presidente de la Sociedad Argentina de Sexología Humana. Para el médico, el intercambio de parejas no constituye una patología, sino que es una manera más de relacionarse que, como cualquier otra, puede salir bien o mal: “No todos están preparados para sostener una relación de este calibre”.
Sin embargo, la pareja de Ohio reconoce que esto tiene sus peligros. "Los celos siempre son un tema importante y para algunas personas es complicado. Esto es algo a lo que hay que adaptarse y acostumbrarse", explica Diana.
"Ella es mi esposa y la amo y la protejo mucho..Hemos tomado esta decisión para poder avanzar. Ella no lo hizo por su lado, ni yo lo hice por ella. Lo hicimos juntos y esto hace que los momentos buenos y malos de una pareja sean más fáciles para nosotros. Esto lo hacemos como una unidad y no algo que sólo tenga que ver con mi fantasía", agrega Tony
El nombre viene del verbo swing, que en inglés significa oscilar, es decir, ir y venir o cambiar de pareja. Una pareja de Ohio se presenta en televisión nacional y cuenta que son swingers. Tony, como dice llamarse, dueño de su confiesa que le encanta ver a su mujer teniendo sexo con otro hombre. Se calcula que unas 15 millones de personas lo practican, según el informe difundido en ABC.
"Es como una extensión de mí mismo, poder mirarla a ella gozar desde diferentes ángulos, me gusta aunque me siento raro diciendo todo esto", dijo en una entrevista televisiva. "creo que toda relación necesita una cuota saludable de celos, sobre todo una relación swinger", agregó.
Ser swinger por definición es intercambiar la pareja con otra pareja y es una práctica utilizada por algunas parejas que no se conforman con el mandato social de la monogamia e intentan condimentar la relación, según dicen, para no caer en el engaño y la infidelidad.
Para la experta Paola Kullock, asesora en juegos eróticos, "Lo ideal es dejar que la fantasía madure un tiempo antes de llevarla a la práctica, sobre todo si tu idea es hacerlo con tu pareja real. Un error que veo en las mujeres es decirle... Lo hago por vos, mi amor ." Para intercambiar pareja y que la experiencia sea exitosa ambos tienen que estar de acuerdo quererlo, disfrutarlo y excitarse con eso, no debe ser un favor o algo que se hace por el otro, agrega.
Los verdaderos swingers son los que practican el intercambio en forma consensuada y con reglas claras, dicen los sexólogos. Esta pareja de Ohio parece hacerlo así pero admiten que son muy exigentes a la hora de elegir compañeros para sus aventuras y que tienen sus reglas. "Si no te hemos conocido anteriormente en tu estilo de vida y nos hemos hecho amigos antes, no cruzaríamos esa línea. "Para nosotros la amistad es mucho más importante que cualquier fantasía sexual que podamos tener".
Su esposa, Diana, explica en cámara que tienen grupos de chat y que también se mandan mensajes individuales con otras personas. "A mí no me molesta que Tony se mensajee con otra chica..supongo que puedo mirar su teléfono cada vez que quiera".
Fue él quien introdujo la idea de probar ser swingers y ella accedió y según sus palabras, una vez que lo probó supo que seguiría haciéndolo por siempre.
El sexo swinger es un remolino de fantasías muy comunes en las personas, opinan los expertos. “Es una mezcla elementos del voyeurismo, del menàge a trois y de la orgía”, explica el psiquiatra argentino Adrián Sapetti, presidente de la Sociedad Argentina de Sexología Humana. Para el médico, el intercambio de parejas no constituye una patología, sino que es una manera más de relacionarse que, como cualquier otra, puede salir bien o mal: “No todos están preparados para sostener una relación de este calibre”.
Sin embargo, la pareja de Ohio reconoce que esto tiene sus peligros. "Los celos siempre son un tema importante y para algunas personas es complicado. Esto es algo a lo que hay que adaptarse y acostumbrarse", explica Diana.
"Ella es mi esposa y la amo y la protejo mucho..Hemos tomado esta decisión para poder avanzar. Ella no lo hizo por su lado, ni yo lo hice por ella. Lo hicimos juntos y esto hace que los momentos buenos y malos de una pareja sean más fáciles para nosotros. Esto lo hacemos como una unidad y no algo que sólo tenga que ver con mi fantasía", agrega Tony
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